No siempre lo que vemos o vivimos nos gusta. A veces nos obcecamos en no ver más allá de lo que tenemos delante. No obstante, a veces vale la pena cambiar el punto de vista, volver a enfocar y ver las cosas que hay ahí detrás, más allá de la anécdota. Cosas que ves, que vives y te gustan. Cosas por las que vale la pena seguir.
Y es que nadie dijo que los 365 momentos fueran a ser felices.
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