Sin duda alguna, a mí el cambio de estación me ha cogido por banda y sin tener el cambio de armario hecho. Y es que cada mañana, antes de acudir a las prácticas me quedo atrapada ante el "¿y qué me pongo?".
No es fácil escoger cuando tu armario está repleto de jerséis de lana, punto y bufandas y el termómetro se aproxima a los 30 grados...
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