Un día llegas a la universidad y te sorprenden. Una sorpresa que no esperas y le dan la vuelta a un martes largo. Una sorpresa que te pone una sonrisa en la boca y no te la quita una clase soporífera, ni el retraso del autobús. Una sonrisa que se contagia a todos los que te quieren.
Gracias chicas. Gracias, Elena.
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